¿Hay piso parejo en el PAN Nuevo León?

Dentro de la clase política de Nuevo León, no es del todo desconocido que al interior del Partido Acción Nacional, PAN, desde hace años se lucha por los intereses de un grupo muy particular. Y a pesar de que el grupo cambia, no deja de ser exclusivo y más que obvio, sobre todo a la hora de asignar candidaturas.

"La vieja cúpula", "Neo-cúpula", "Mesa Nuevo León" o cualquiera que sea ahora su nombre ahora, sus miembros se sirven con cuchara grande durante las administraciones en turno y en temporada electoral, se aseguran de que siga pasando a como dé lugar. Ello ha fracturado de manera importante, y muchos dirían que sin remedio, el interior del partido.

Las renuncias de figuras importantes entre los militantes de Acción Nacional como Felipe de Jesús Cantú o Víctor Fuentes, más el reciclaje de figuras como Mauricio Fernández, pone al partido muy lejos del lugar que algún día tuvo como la fuerza política de oposición.

Cuando Clara Luz Flores, ahora candidata de MORENA para la gubernatura, renunció a PRI, aseguró que entre los partidos que trataban de sumarla a sus filas estaba el albiazul, pero que los había rechazado porque solo se atendían los intereses de algunos pocos y muy específicos.

Recientemente Adalberto Madero, ex Alcalde de Monterrey, acusó en sus redes sociales que el PAN estatal se ha convertido en un negocio familiar del que sólo se benefician Mauro Guerra, candidato a Diputado local; Raúl Gracia, legislador federal, y Zeferino Salgado, Alcalde de San Nicolás.

En dicha declaración se extrae que diputaciones locales, federales, alcaldías y hasta el puesto de síndico por Acción Nacional, se han asignado a madre, esposas, hermanos y cuñados de la supuestamente llamada Mesa Nuevo León.

Ahora queda en Fernando Larrazabal "sacar la casta" y hacer todo lo posible por alcanzar a sus contrincantes, quienes supieron sopesar esas diferencias partidistas y aprovechar los beneficios electorales de las alianzas. ¡Sobre todo al momento de marcar el voto en la boleta!